miércoles, 1 de julio de 2015
Demos una vuelta al pasado

El barrio es atravesado por la calle Numa Pompilio Llona, bautizada así por el Municipio de la ciudad en 1912.
En 1982 fue declarado patrimonio cultural del Ecuador, principalmente por las casas que se ubican en el sector, algunas con más de cien años de antigüedad.
Entre los años 2002 y 2008, el Municipio de la ciudad realizó un proceso de restauración y regeneración en el área.
Historia de mi barrio: Las Peñas, cuna de héroes y refugio de artistas
Creado desde la época de la Colonia, el barrio Las Peñas es el sitio más emblemático del puerto principal. Su infraestructura, los personajes representativos que habitaron la zona, además de los acontecimientos registrados entre los años 40 y 90, del siglo pasado, motivaron a que en 1982 sea declarado Patrimonio Cultural.
La barriada, compuesta por el Fortín de la Planchada, la calle Numa Pompillio Llona y las edificaciones que se arriman al cerro Santa Ana y bordean el río Guayas, fue el punto de partida para la Fundación de Santiago de Guayaquil (25 de julio de 1537).
Así lo recuerda Esteban Delgado, director regional del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, quien rememoró la transformación que tuvo la urbe porteña desde que era Ciudad Vieja hasta que se transformó a Ciudad Nueva. En dicho periodo, la Perla del Pacífico sufrió constantes ataques de piratas e incendios que la devastaron.

El funcionario indicó que, a partir de entonces, se decidió reconstruir las calles y casas, sin perder el estilo neoclásico y la utilización de la madera.
Armando Triviño, por su parte, señaló que el conjunto urbanístico, a diferencia de muchos otros que existen en el puerto principal, se caracterizó siempre por ser un lugar bohemio lleno de cultura y arte.
El pintor (57), quien es propietario de la más antigua galería de arte del sector, mencionó que entre los personajes ilustres que habitaron la zona constan: los presidentes Francisco Robles, Alfredo Baquerizo Moreno, Eloy Alfaro; el músico Antonio Neumane, el escritor Enrique Gil Gilbert, entre otros.
“Inclusive Ernesto “Che” Guevara estuvo de paso por este barrio y sirvió gratuitamente de pediatra. Este lugar era visitado a diario, debido a que era tranquilo, ”, afirmó Triviño.
El artista compartió su infancia con varios pintores famosos y músicos ecuatorianos, tales como Héctor Napolitano (El Viejo Napo) y Víctor Hugo Muñoz. Con ellos, Triviño jugaba fútbol en un islote que se creó en el río Guayas y organizaban carreras en botes de madera.
“El río era limpio y seguro. Recuerdo que guardábamos las canoas al interior de las casas de nuestros vecinos, las cuales tenían ingreso directo al caudal. Navegábamos hasta la Isla Santay y allí nos quedábamos horas”, expresó el pintor.
Elsa Olvera, quien reside en Las Peñas desde hace más de 50 años, rememoró que en el sector también se preparaban exposiciones artísticas para la celebración de las fiestas julianas y el Día de la Raza (12 de Octubre de 1492). En este último, las familias se reunían en la calle y se divertían con las competencias de ensacados y el palo encebado.
“Eran tiempos bonitos. Recuerdo que por el río Guayas llegaban balandras con carbón, leche y quesos. Todas las familias salían a comprar”, dijo Olvera.
Contratiempos
El único inconveniente que presentaron los habitantes de Las Peñas fue la circulación de camiones pesados por su zona, puesto que generaban polvareda y dañaban el estado de la calle Numa Pompillio Llona.
La problemática duró aproximadamente seis meses, en los que los moradores entablaron un juicio contra la empresa Cervecería Nacional, ubicada anteriormente en la parte posterior de la emblemática vía.
Finalmente, Triviño indicó que ganaron el proceso e impidieron que los camiones continúen afectando el sector y debieron desviarse a la parte trasera del Cerro Santa Ana.
Con respecto a la relación que mantienen con los habitantes de las colinas, Triviño dijo que no tienen problemas. Ellos trabajan para la mayoría de las familias que habitan en Las Peñas.
Las Peñas, lugar de ensueño para recordar al Guayaquil de antaño

La readecuación del sector permitió crear un nuevo atractivo de la urbe. Este lugar está justo antes de llegar a la réplica del faro que hay la cima. Cañones parecidos a los que había en esa época fueron colocados y se recreó parte de las actividades relacionadas al río, incluso, la proa de un barco corsario.
En la falda del cerro permanecen las viviendas más antiguas de Guayaquil. Las casas están ubicadas en la corta calle Numa Pompilio Llona. Varias de ellas tienen 100 años de construcción. Para los operadores turísticos es un lugar de ensueño que permite recordar a la urbe de antaño.
Los grandes incendios de fines del siglo XIX y de inicios del siglo XX no afectó a estos inmuebles que ahora son el ícono de obligada visita para los turistas. En esas casas vivieron connotados personas de la literatura, política y del ámbito internacional.
Entre los más destacados está el ex presidente de la República, Eloy Alfaro Delgado; Ernesto el Ché Guevara, cuando estuvo de paso por la ciudad; el literato Ernest Hemingway, Juan Montalvo, Enrique Gil Gilbert, entre otros. De seguro sus vidas cambiaron cuando sintieron el aroma del manso río Guayas que trae aires mezclados de la brisa del mar del golfo y del estuario de la zona. La belleza del sitio hasta hoy en día es calificada única en el mundo.
Rita Rúgel, sexagenaria, dijo que las peñas era hermosa cuando ella llegó a Guayaquil, desde su natal Colimes; ahora, es más linda, aunque ya no percibe el olor a polilla y las casas tienen colores agradables.
Hace una década el Ayuntamiento intervinó las viviendas, con la autorización de Patrimonio Histórico y realizó la restauración, rehabilitación de los inmuebles, varios estaban abandonados y apunto de colapsar.
“Recuerdo que desde niña veníamos y jugábamos en la glorieta donde están los cañones. Había mucha gente por la cervecería que operaba. Un sitio muy concurrido”, dijo.
Margarita Lofredo, operadora turística, dijo que Las Peñas ofrece de todo: puntos de diversión, gastronomía, historia o simplemente observar la ciudad desde el punto más alto. Quienes vienen conocen el sitio donde inició la urbe porteña definitivamente, luego de sortear los ataques de los Huancavilcas, de los piratas que casi asolan la urbe en el siglo XVIII y de las continuas pestes tropicales.
http://www.andes.info.ec/es/turismo/penas-lugar-ensueno-recordar-guayaquil-antano.html
El Nuevo Barrio "Las Peñas"
En la actualidad, es un barrio
emblemático de la ciudad de Guayaquil. Es reconocido por su estilo arquitectónico colonial
y por ser el lugar donde nació la ciudad. Se encuentra ubicado en las faldas
del Cerro Santa Ana.
Su estilo
arquitectónico de inicios del siglo XX con sus hermosas casas de madera,
que reflejan el desarrollo de la industria maderera, clásica de la ciudad; su
aspecto colorido y romántico de calles angostas y empedradas; su paisaje
natural de ensueño por estar situado en el cerro y frente al río y su ambiente
bohemio.
A continuación, un recorrido del gran cambio de éste barrio emblemático de la ciudad de Guayaquil.
Historia
Las Peñas con
más de 400 años de antigüedad, es el primer barrio de Guayaquil. Su nombre se
debe justamente a la cantidad de peñascos, pedregones y rocas calcáreas, que
poseía el cerro, cuando se asentaron los españoles, allá por el siglo
XVI.
Sus casas
tienen alrededor de 100 años de antigüedad, sus características formales y
estructurales son muy parecidas a aquellas de los siglos XVIII y XIX,
precisamente en eso radica su belleza y valor patrimonial.
En 1982, fue declarado patrimonio cultural del
Ecuador.
Este barrio, nacido en la época colonial, que hacia el siglo XVII era el
balneario guayaquileño sobre la ría, o el sitio de descanso veraniego de gente
adinerada, fue destruido en dos ocasiones por los incendios que azolaron
Guayaquil en diferentes épocas. El primero fue el de la noche del 5 y mañana
del 6 de Octubre de 1896 y el segundo, el 16 de Julio de 1902. Pero siempre se
levantó de las cenizas como el Ave Fénix, gracias al empuje y valor de
los guayaquileños. El hecho de haber sido construido nuevamente en la época de
la República, le hizo perder su condición de arquitectura colonial.
El barrio en sus orígenes fue el hogar de humildes artesanos y pescadores, pero
en los años XX con la llegada de la bonanza, producto del boom cacaotero, el
sector fue ocupado por hacendados acaudalados, quienes construyeron
la mayoría de las casas lujosas que se conservan hasta hoy y son una reliquia.

Es el barrio Las Peñas, cuya única calle lleva el nombre del
ilustre escritor Numa Pompilio Llona, quien habitó el inmueble 182-184, que
desde hace tres años es la sede regional 5 del INPC, asegura el historiador
José Antonio Gómez Iturralde.

Entre los años 2002 y 2008, tuvo un proceso de restauración y regeneración realizado por el Municipio.
Recopilación de varias páginas web.
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